MEDITACIONES PARA MUJERES QUE HACEN DEMASIADO-5 de NOVIEMBRE

 


SEGURIDAD ECONÓMICA
Parece que las recompensas de una sociedad próspera se vuelven amargas como la hiél en la boca.
NATALIE SHAENESS
Una sociedad próspera funciona en general como un tranquilizante gigante. Persiguiendo las recompensas
de la prosperidad, tenemos que desconectar completamente de nuestra conciencia, hasta tal punto que nos volvemos destructivas para nuestros cuerpos y nuestro psiquismo. Tenemos que desarrollar nuestras adicciones para cerrar nuestra conciencia a lo que realmente nos importa. Funcionamos a partir de un rechazo a ver y nos sentimos amenazadas por cualquier persona que ponga en cuestión nuestro rechazo.
Cuando vemos que el único objetivo de nuestro trabajo es conseguir la prosperidad, hemos perdido la pista de nosotras mismas y de lo que tiene más significado para nosotras. Nuestro ser espiritual se ha convertido en una abstracción, si es que todavía existe.
La hiél es útil para digerir las grasas y reducir los riesgos de un ataque al corazón. Pero no sirve para nada en la boca.

(Anne Wilson Schaef de su Libro Meditaciones para mujeres que hacen demasiado).

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