CoDA Alimento para el Alma

  Afirmación del dia. Tengo la capacidad de decir “no” a los viejos pensamientos y cambiarlos a nuevos y más saludables. En este momento, Me despierto. Un día me preguntaba si había cambiado  realmente, si mi vida funcionaba mejor de  manera que cuentan. Yo estaba trabajando  mi programa todos los días, pero ¿dónde estaban las campanas y silbidos que había  llegado a esperar? ¿Dónde estaba el rayo  que baja del cielo con mi gran despertar espiritual tan grande? Hubo un sólo yo. Hubo un sólo hoy. Al mirar  más profundo, empecé a ver cosas  pequeñas, un sinnúmero que se habían integrado a mi programa en mi vida. Al dejar  ir y dejar a Dios, mi programa era sin  esfuerzo  que me estaba trabajando. Apenas noté. Ha sido un largo, lento y gradual despertar,  pero sin embargo, milagroso. Mi cuerpo y mi  alma están despertando. Mis ojos están bien  abiertos y veo la luz. Mi Poder Superior está en todas partes de mi vida. Encuentro una  nueva profundidad de sabiduría, un nuevo  despertar. Es su

  Somos seres tenaces. Pero, de muchas maneras, somos frágiles. Podemos  aceptar el cambio y la pérdida, pero esto lo hacemos a nuestro  propio ritmo y a nuestro propio estilo. Y solamente nosotros y Dios  podemos determinar ese momento. Ya no seas codependiente  Los tiempos difíciles, los tiempos de estrés, no son todo lo que hay  en la vida, pero sí son parte de la vida, del crecimiento, y del  seguir adelante. Lo que hacemos con los tiempos difíciles, o con la  energía difícil, es elección nuestra. Podemos utilizar la energía de los tiempos difíciles para resolver  nuestros asuntos. Podemos usarla para afinar nuestras habilidades y  nuestra espiritualidad. O podemos atravesar estas situaciones  sufriendo, almacenando amargura y rehusándonos a crecer o a cambiar. Los tiempos difíciles nos pueden motivar y moldear para sacar lo  mejor de nosotros mismos. Podemos usar estas épocas para adelantar y  subir a niveles más altos de vivir, de amar y de crecer. La elección en nuestra. ¿ Nos d

  Lo más importante acerca de ser cuidadores es aprender a entender qué significa y cuándo lo estamos haciendo, para que podamos dejar de hacerlo. Podemos aprender a reconocer un rescate. Rehúsate a rescatar. Rehúsate a permitir que la gente nos rescate. Tomemos responsabilidad por nosotros mismos, y dejemos que los demás hagan lo mismo. Ya sea que cambiemos nuestras actitudes, nuestras circunstancias, nuestras conductas o nuestras mentes, lo más amable que podernos hacer es apartar a las víctimas, es decir, a nosotros mismos. (Melody Beattie de su Libro Ya No Seas Codependiente).

 Hoy bendigo a todos los que me siento tentado a juzgar.  Al negar el amor a los demás, me niego a mí mismo un milagro. Al evitar perdonar a otros, me niego el perdón a mí mismo. Hoy pienso en alguien a quien me siento tentado a juzgar, a culpar, a criticar, recordando que él o ella es un hijo de Dios. Si alguno de nosotros es amado por Dios, entonces todos somos amados por Dios. Que vea a todos los seres a través de los ojos de Dios, que conozca su inocencia y la mía. Querido Dios, Tú no juzgas a quien yo querría juzgar. Que pueda verlos como Tú los ves, que no los juzgue más. Que vea más allá del velo de la culpa, al no centrarme en los errores de los otros. Que vea en su lugar la luz de la inocencia que es la verdad de quien realmente somos. Amén. Marianne Williamson

  14 de septiembre. La meditación para las Mujeres que aman demasiado. La primera vez que descubrimos que estamos de rodillas, generalmente necesitamos ayuda con desesperación. Más adelante, la oración realizada con humildad se vuelve parte importante de nuestros esfuerzos por recibir orientación para poder vivir como debemos. Finalmente, y a raíz de haber reconocido la invalorable función que ha cumplido la oración en nuestra toma de conciencia espiritual, estamos en condiciones de agradecer la aparición de aquellos problemas que en un primer momento nos habían puesto de rodillas. Robin Norwood. Qué extraño es le patrón que puede tejer el ir y venir de la vida. Frances Marion ¡Qué miope es nuestro juicio acerca de las experiencias del día de hoy! Sólo veremos claramente hacia dónde nos llevan cuando hayamos llegado a nuestro destino. Pero de una cosa podemos estar seguras: las experiencias actuales, junto con las pasadas y las anteriores, se combinan para crear la intrincada trama de

  SENTIRSE SOBREPASADA Y ahora, además de la hipoteca y de los impuestos  y de los plazos del coche y de la comida y de la ropa y  de los muebles y de las cuentas del médico y de las  guarderías y de los zapatos ortopédicos y de las «canguros» y del seguro de vida y del seguro del coche y del  seguro contra incendios y contra los ladrones y de las  reparaciones de la casa, está mi terapia, la ortodoncia de ella, las histerectomías de los gatos, cosas cuyos efectos no hemos sentido, pero sí hemos anticipado. NORMA JEAN HARRIS (Sheila Ballantyne) ¿Tiene algo de extraño que nos sintamos a menudo  sobrepasadas? Sólo las facturas de todas las «necesidades» de la vida parecen a veces más de lo que podemos  manejar. Y después están los impuestos federales, los  impuestos estatales, las deducciones del cambio de  moneda, las inversiones, las rebajas, las oportunidades,  las revisiones de los diez mil kilómetros de nuestros  coches, las limpiezas de dientes, las manchas de papilla, los preparat

  Afirmación del dia. Dejé que mi poder superior tomara toda la confusión de mi parte y reemplazarla con la paz, la serenidad y la confianza. En este momento, Acepto mi codependencia. Cuando llegué por primera vez a CoDA, y oí  la línea en la bienvenida de la  codependencia es “un mayor arraigo, el comportamiento compulsivo”, pensé, “No es  para mí.” A pesar de que fácilmente podía  admitir a algunos problemas de relación, creyendo que era una co- dependencia la  compulsión me suena tan bien, impotente. Hoy, entiendo que admitir la impotencia  necesariamente no es admitir la derrota. En  cambio, es un paso adelante en la autoaceptación y  el auto-conocimiento. Ahora, cuando estoy en una reunión y escucho ésta  “profundamente arraigada, comportamiento  compulsivo,” lo aplico a mí mismo sin vergüenza. Yo soy un codependiente, con  gratitud en la recuperación de un día a la  vez. En este Momento Pag. 258

  Cuando nos estemos escudriñando el alma, ya sea a causa de pequeñas  o grandes decisiones que enfrentemos durante el día, podemos  aprender a preguntarnos, ¿ Esto es bueno para mí?… ¿Es esto lo que  realmente quiero?…. ¿Es esto lo que necesito?…. ¿Siento que esta  es la dirección correcta para mí?…¿O estoy sucumbiendo al control  y la influencia que a veces permito que otros tengan sobre mí? No es un egoísmo enfermizo cuestionarnos si algo nos conviene. Esa  es una vieja manera de pensar. Preguntarnos si algo es bueno para  nosotros es una conducta sana de la que no tenemos por qué avergonzarnos, y que probablemente resultará conforme también a  los mejores intereses de las otras personas. No nos extraviaremos en el sendero egoísta de la autoindulgencia por  preguntarnos si una cosa nos conviene. No nos desviaremos del plan  que Dios tiene para nosotros. Al hacernos esta sencilla pregunta,  participamos en dirigir nuestra vida hacia el bien y el propósito  más alto; nos adueñamos de

  Podemos haber empezado a reaccionar y a responder urgente y compulsivamente con patrones que nos lastiman. El solo hecho de sentir urgencia y compulsión es suficiente para herirnos. Nos mantenemos en un estado de crisis, fluyendo la adrenalina y tensos los músculos, listos para reaccionar ante emergencias que generalmente no son tales. Alguien hace algo, de modo que nosotros debemos hacer algo a la vez. Alguien se siente de determinada manera de modo que nosotros debemos sentirnos de otra determinada manera. BRINCAMOS DENTRO DEL PRIMER SENTIMIENTO QUE NOS ATRAVIESA Y LUEGO NOS EMPANTANAMOS EN ÉL. Pensamos en el primer pensamiento que cruza por nuestra cabeza y luego elucubramos sobre él. Decimos lo primero que nos viene a la lengua y a veces nos arrepentimos. Hacemos lo primero que nos viene a la mente, generalmente sin pensarlo. Ese es el problema: reaccionamos sin pensar, sin haber pensado honestamente lo que necesitamos hacer y cómo queremos manejar la situación. Nuestras emocione

 Has de saber con una certidumbre interna que Yo nunca te doy más carga de la que eres capaz de soportar, y que nunca tienes la necesidad de llevarla sola, pues YO ESTOY contigo siempre. Por tanto, hagamos todas las cosas juntos. Cuando te des plena cuenta de esa ayuda, ya no volverás a sentirte sobrecargada con el peso de tus responsabilidades, por muy grandes que sean. Necesito almas que estén dispuestas a asumir responsabilidades sin eludirlas, pues he de obrar en y a través de las almas dedicadas y dispuestas a olvidar el yo por completo en Mi servicio y en el servicio a sus semejantes. ¿Estás dispuesta a hacerlo? Esta vida pide una absoluta consistencia y dedicación. ¿Eres consistente en tu trabajo para Mí? ¿Dedicas cada uno de tus días a Mi servicio? ¿Eres obediente a Mi más ligera insinuación? Seguramente a estas alturas ya te das cuenta de que todas las cosas obran al unísono para bien sólo cuando Me amas de verdad y Me pones en primer lugar en todo.

  No me voy a acobardar ante el poder que Dios me da.  Estoy en este planeta para prodigar el amor de Dios, no para alejarme de él. Dios es el poder del amor. En Él y a través de Él no hay nada que no pueda lograr. Estoy en la Tierra para buscar cuál es la voluntad de Dios para mí y seguir su guía. No es mi poder, sino el suyo, el que se mueve dentro de mí conforme me entrego a la autoridad del amor. Rezo por ser usado para propósitos mayores que los míos y saber que seré enviado para tareas que sólo Dios puede escoger para mí. Mi camino está bendecido y mi éxito garantizado. Querido Dios, me quedo maravillado frente a tu majestad y con gratitud porque me elegiste para expresar tu gloria. Que mi mente sea elevada hacia otras alturas, donde se encuentra tu poder, para que yo también pueda ser magnífico. Amén Marianne Williamson

  13 de septiembre. La meditación para las Mujeres que aman demasiado. A medida que nos volvemos más capaces de aceptar a la gente tal como es, nos volvemos también más capaces de elegir a aquellos que son buenos para nosotras, y a dejar partir con nuestra bendición a quienes no lo son. Robin Norwood. Nadie me dijo lo difícil y solitario que es cambiar. Joan Gilbertson El dolor, cuando lo experimentamos repetidamente, nos indica que necesitamos autoevaluarnos y hacer un inventario de nuestra conducta. Una autovaloración sincera bien puede ser una llamada a transformar alguna actitud o comportamiento, o probablemente cambiar de dirección. A veces abandonamos la ruta correcta y seguimos alegremente nuestro camino hasta que surgen las barreras, se cierran las puertas y las experiencias se vuelven dolorosas. La mayoría de nosotras nos sumimos en nuestro dolor durante un tiempo, no porque nos guste, sino porque nos da seguridad. Encontramos cierto consuelo en nuestro sufrimiento, porque al

  VIVIR PLENAMENTE LA VIDA Ella quiere vivir de una vez. Pero no sabe en absoluto lo que esto significa. Se -pregunta si lo ha hecho  alguna vez y si quiere hacerlo. ALICE WALKER La mayoría de nosotras querría vivir la vida plenamente. Pero cuando se trata de poner estas palabras en  práctica, no sabemos cómo hacerlo. Nos preguntamos  si sabemos realmente lo que significa vivir plenamente, o si lo hemos sabido alguna vez. Estamos tentadas de salir corriendo y precipitarnos sobre libros del estilo «cómo llegar a…». Si encontramos el libro adecuado, sabemos lo que hacer. Cuando ya  hemos leído suficiente, estamos listas para seguir instrucciones. O empezamos a asistir a conferencias y talleres prácticos. Intentamos la meditación, la danza de  tambores, los cantos, dietas especiales, ejercicios concretos y terapias especiales. Siempre mirando fuera de  nosotras mismas para encontrar fórmulas y respuestas. En algún punto, nos damos cuenta de que a pesar de  lo bueno que sean estos enfoques

  Afirmación del dia. Estoy libre de confusión. En este momento, Me desprendí de mi necesidad de  aprobación. Hay ocasiones en mi vida cuando yo creo  que necesito amor y aprobación de otra  persona para sentir a Dios sobre mí. Cualquier forma de rechazo sólo verifica mi  sentimiento de baja autoestima, y  protagonizada por mí en una espiral de negatividad y la depresión. Mi inventario del  Cuarto Paso abre los ojos a este ciclo  dañino. Mi situación no cambiará hasta que cambie. Con la ayuda de mi Poder Superior, que me  ama y se preocupa por mí, estoy  aprendiendo a amar y valorarme a mí mismo, incluyendo a mis sentimientos,  pensamientos, opiniones y creencias. Poco a  poco, la aprobación externa se vuelve menos importante, y empiezo a verme a mí mismo  como algo valioso y fuerte. Hoy en día trabajo en amarme y valorarme. A  medida que mi necesidad de la aprobación  de otros disminuye, mi nivel de felicidad  aumenta. Me considero una persona íntegra, amable. En este Momento Pag. 257

  La recuperación no es trabajo cansado, no recompensado. Hay  tiempos de alegría y de descanso, tiempos en que cómodamente  practicamos lo que hemos aprendido. Hay épocas de cambio, épocas en  las que batallamos por aprender algo nuevo o por superar un problema  en particular. Éstas son las épocas en las que lo que hemos estado practicando en  la recuperación empieza a mostrarse en nuestra vida. Esas épocas de  cambio son intensas, pero tienen un propósito. También hay épocas en las que, a un nivel profundo, estamos siendo  “reprogramados”. Empezamos a dejar ir creencias y conductas. Podemos  sentirnos asustados o confundidos durante estas épocas. Nuestras antiguas conductas o patrones podrán no habernos funcionado, pero eran cómodos y familiares. Durante estas épocas podemos sentirnos vulnerables, solos y  necesitados, como lo estamos en un viaje cuando no tenemos un mapa o  una linterna, y nos sentimos como si nadie hubiera pasado antes por  esta tierra. Podemos no comprender lo que

  ¡Yo soy una reaccionaria! Ese pensamiento me hacía mella profundamente en la conciencia un día que estaba sentada en mi oficina. Había escuchado a la gente hablar sobre lo que es reaccionar, pero hasta ese momento no había entendido qué tanto había reaccionado yo. Había reaccionado a los sentimientos, conductas, problemas y pensamientos de otras personas. Había reaccionado a mis propios sentimientos, mis propios pensamientos, mis propios problemas. Mi punto fuerte parecía ser el de reaccionar a las crisis, pensaba que casi todo era una crisis. Reaccionaba en exceso. Dentro de mí se cocinaba un pánico oculto (que rayaba en la histeria) la mayor parte del tiempo. A veces reaccionaba escasamente. Si el problema que enfrentaba era significativo, a menudo usaba el arma de la negación. Reaccionaba a casi todo lo que entraba en mi conciencia y en mi medio ambiente. Mi vida entera había sido una reacción a las vidas, deseos, problemas, fracasos, éxitos y personalidades de otras personas. Has