Una mujer casada que recientemente se unió a Al – Anón me llamó una tarde. Trabajaba medio tiempo como enfermera, había asumido todas las responsabilidades de la crianza de sus dos hijos y hacía todos los quehaceres domésticos, incluyendo reparaciones y finanzas. “Quiero separarme de mi marido”, sollozó.” Ya no lo soporto más a él ni a su abuso. Pero dime, por favor dime”, me dijo, ¿crees que puedo cuidarme sola?”. (Ya No Seas Codependiente). No solo esta bien que cuidemos de nosotros mismos, sino que podemos cuidarnos muy bien. Muchos de nosotros confiamos en nuestra capacidad para cuidar de los demás, pero dudamos de nuestra fuerza inherente para cuidar de nosotros mismos. Hemos llegado a creer, a partir de nuestras circunstancias pasadas o presentes, que necesitamos cuidar a los demás y necesitamos que los demás nos cuiden. Esa es la más acabada creencia codependiente. No importa dónde nació esta creencia autoderrotista, podemos liberarnos de ella y remplazarla por otra mejor,...