EL ADICTO A LA EVITACIÓN
Un adicto al amor y un adicto a la evitación se sienten mutua e inexorablemente atraídos el uno hacia el otro. Esta atracción resulta increíble para un adicto al amor (¿quién mejor que un evitativo puede hacerte sentir abandonado?), pero se justifica en el sentido de que busca alguien con características similares al progenitor con el que estaba enredado en su infancia y del que no obtuvieron el amor que necesitaban, con la inocente pretensión de conquistar "esta vez" su cariño y aprobación y no su abandono o su maltrato. Que los padres atiendan emocionalmente al hijo, es un flujo apropiado de la energía. Pero cuando la experiencia es la contraria, es decir que el hijo alimenta emocionalmente a alguno de sus padres, esa es una relación de "enredo". A esos niños "enredados" o cogidos en la trampa se les agobia y son utilizados por la necesidad de mamá o de papá de tener compañía, atención y amor, los niños que se han visto envueltos en re...