MEDITACIONES PARA MUJERES QUE HACEN DEMASIADO-25 de FEBRERO
DOLOR
Hierro, dejado en la lluvia, con niebla y rocío, cubierto de óxido, el dolor se oxida también de belleza.
MARY CAROLYN DAVIES
Nuestro dolor es nuestro. Una parte de él no la hemos ganado, la otra no, pero sigue siendo nuestra.
Cuando luchamos contra nuestro dolor, combatimos la experiencia de nuestra humanidad y nos perdemos en el proceso. Una vida sin dolor es una vida de no-vida.
Nuestro dolor nos permite conocer y llegar a entender el significado completo del ser humano. Si combatimos la experiencia normal de nuestro dolor, perdemos la posibilidad de experimentar cómo el proceso «se oxida también de belleza».
No debemos buscar el dolor, pero, cuando es inevitable, tenemos la posibilidad de vivir algo nuevo que entra en nuestras vidas.
Mi dolor es una posibilidad. No es una carga inútil ni un castigo.
(Anne Wilson Schaef de su Libro Meditaciones para mujeres que hacen demasiado).
Comentarios
Publicar un comentario