MEDITACIONES PARA MUJERES/HOMBRES QUE HACEN DEMASIADO-6 DE SEPTIEMBRE

 


COMPETITIVIDAD/OPCIONES
La única manera que teníamos de atraer la atención de nuestro padre era hacer una A mayúscula
bien hecha, y entonces nos daba tres dólares. Puedes
imaginar que me cortaba de mí misma, pero ni siquiera era por el dinero. Así pues, las semillas de mi adicción al trabajo fueron plantadas muy temprano.
MARY
¡Con qué sutileza se nos da el mensaje de que somos lo que producimos! La aceptación y la aprobación eran muy importantes para nosotras cuando éramos niñas, y sólo podíamos obtenerlas «cortándonos de nosotras mismas». Desgraciadamente, por mucho que hiciéramos, nunca parecía suficiente. Al menos, nunca cuidé de esa añoranza interna que es a veces tan intensa que hace daño.
Obtener recompensas y reconocimiento puede aliviar momentáneamente el dolor interno creciente, pero siempre vuelve. Podemos obtener nuestra recompensa de tres dólares siendo niñas, o podemos conseguir sueldos impresionantes y puestos importantes como adultas, pero, de alguna manera, el vacío interno sigue subterráneo. No desaparece.
Las semillas de nuestra adicción al trabajo y de nuestro atareamiento constante fueron realmente plantadas muy temprano. Sin embargo, debemos recordar que podemos desaprender cualquier cosa que hayamos aprendido. No fuimos creadas para trabajar hasta matarnos. Hemos aprendido a trabajar hasta matarnos.
Tengo opciones en mi vida, y una de las opciones es verlas. 

(Anne Wilson Schaef de su Libro Meditaciones para mujeres que hacen demasiado)

Comentarios

Entradas populares de este blog

ACEPTOLOGIA (Gerardo Schmedling) - Capítulo 1. El poder de la paz interior