Libro un año de Milagros- Meditación Dia 219
La grandeza de Dios es un regalo que recibo con humildad .
La grandeza de Dios es un regalo que se me ofrece y sirve a Dios cuando lo recibo. Tengo un poder latente que puede volverse mío si lo acepto. Con frecuencia me falta fe para saber lo que está dentro de mí, ya que me hace falta fe para reconocer quién está dentro de mí. Hoy acepto con gratitud y humildad la presencia de Dios dentro de mí. Soy un vehículo del poder extático de la gracia, siempre listo para moverse a través de las venas de mi conciencia y de mi cuerpo. La grandeza de Dios es el antídoto para el sufrimiento del mundo. Dios es grande, y Dios está dentro de mí, ya que Dios está en mi mente. Entrego mis pensamientos de fractura y miedo, para reemplazarlos por un amor sin fin. Entonces recibiré los regalos de Dios y los llevaré al mundo.
Comentarios
Publicar un comentario