Libro un año de Milagros- Meditación Dia 188

 


Que Dios pueda tomar las decisiones por mí. 

Basar mis decisiones en los asuntos del mundo debería tener su equilibrio al considerar los asuntos del corazón. Una vez consideradas las situaciones legales, las opiniones médicas y contables y las perspectivas de otras personas dentro de mi razonamiento, recordaré poner todas las mayores decisiones en manos de Dios. Sé que la mejor manera de tomar una decisión es pedirle a Dios que la tome por mí. Entonces sabré por los auspicios de mi corazón lo que mi mente sola no podría nunca discernir. Las fuerzas espirituales actuarán entonces en mi nombre. Querido Dios, por favor, toma esta decisión por mí. Yo no veo el futuro, pero Tú sí. Yo no sé lo que es mejor para todos, pero Tú sí. No puedo entender esto, pero Tú sí. Querido Dios, por favor, decide esto por mí. Amén.

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