Libro un año de Milagros- Meditación Dia 123

 


Lo que determina mi día no es tanto lo que hago, sino lo que soy.

Me centro en el amor de mi corazón, que sea como un rayo de luz adonde quiera que voy y para las personas que encuentro en mi camino. No necesito preocuparme por lo que debo hacer y qué debo decir, ya que el espíritu de mi ser verdadero guiará mis pensamientos y acciones. Mi función más importante y mi misión mayor es en todo momento ser la persona que soy capaz de ser, llevando el amor de Dios que vive en mí a todo el mundo. Así podré brillar y ser radiante, y sentir la alegría de mi verdadero ser. Querido Dios, hoy me entrego a ti, para encontrarme y ser quien realmente soy. Amén.

Marianne Williamson

Comentarios

Entradas populares de este blog

ACEPTOLOGIA (Gerardo Schmedling) - Capítulo 1. El poder de la paz interior