MEDITACIONES PARA MUJERES QUE HACEN DEMASIADO-6 de ABRIL

 

FRACASO

Las nubes se juntaban, estaban en calma y observaban el río precipitarse entre el bosque, irrumpiendo con fuerza en medio de las colinas sin tener ninguna idea de su curso, hasta que exhausto, enfermo y doliente, disminuía su velocidad hasta detenerse justo veinte leguas antes de la costa.
TONI MORRISON
He leído este pasaje con ganas de leerlo una y otra vez. Es una descripción tan bella de cómo en ocasiones nos golpeamos y vapuleamos a nosotras mismas intentando alcanzar una meta, y al final acabamos exhaustas, enfermas y dolientes, sin darnos cuenta que casi ya habíamos llegado. Como el río, nos precipitamos apresuradamente, de cabeza contra las barreras de nuestro propio ser.
Nadie puede evitar el fracaso. Pero podemos evitar golpearnos durante el mismo.

(Anne Wilson Schaef de su Libro Meditaciones para mujeres que hacen demasiado).