Libro un año de Milagros- Meditación Dia 32



 Las celúlas de mi cuerpo están inundadas de luz Mi cuerpo es un regalo, permite que realice mi viaje espiritual dentro de la ilusión de tiempo y espacio. Pero esto no es ni mi realidad final ni mi verdadera identidad. Uso mi cuerpo para lo que fue creado: un vehículo para expresar mi amor. Protejo mi cuerpo de los asaltos de la vida moderna desde los pensamientos de miedo hasta los contaminantes del medio ambiente. Lo hago al bañar mi cuerpo con la luz de lo divino, mirando con mi ojo interno el espíritu de Dios mientras penetra en cada célula. Querido Dios, te dedico a ti mi cuerpo. Vierte en él tu espíritu. Protégelo de las fuerzas del miedo y úsalo para tus propios propósitos. Vuelve mi cuerpo un objeto divino. Así sea. Amén.

Marianne Williamson


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