Libro Cada Dia Un Nuevo Comienzo: 10 de MARZO-Meditaciones Diarias Para Mujeres
Es más sano ver las cualidades positivas de los demás que analizar nuestros propios aspectos negativos.
Francoise Sagan
Buscar lo positivo en los demás es bueno para nuestro espíritu. El respeto y el amor a nosotras mismas crecen cada vez que reconocemos abiertamente las cualidades admirables de otra persona. Todas nos hemos comparado alguna vez con las demás. Generalmente concentrándonos en nuestras supuestas desventajas (la otra mujer es más bonita, más delgada, más inteligente, tiene un mejor sentido del humor, atrae más a la gente, etc.); ello nos hace sentir inadecuadas y sin amor alguno hacia es otra mujer.
El amor que sintamos por los demás y los elogios que les ofrezcamos mejorarán nuestra propia autoestima: esto es una verdad espiritual. Es como si, de algún modo, se nos pagaran esos elogios. Cuando poseemos una buena imagen de nosotras mismas, las cualidades negativas que hayamos podido imaginar disminuyen.
El elogio libera. La crítica esclaviza. Podemos llegar a ser todo lo que queramos ser. Cuanto más dispuestas estemos a ofrecer nuestro amor y nuestros elogios a los demás, más atraeremos su amor. Tenemos la gran oportunidad de ayudarnos unas a otras a mejorar nuestra autoestima, que tan necesaria es para vivir con éxito cada día.
Hoy veré los aspectos positivos de los demás y los elogiaré
Karen Casey
NIVELES DE ADICCIÓN
Hay tres «niveles de vinculación» psicológicos que pueden influir en su decisión de quedarse en una relación que sabe que debería dejar. En primer lugar, están las Consideraciones prácticas para no dejarla y, puesto que están en el nivel más evidente, son las más fáciles de entender y observar. Por ejemplo, aparentemente hay aspectos abrumadores al acabar un matrimonio destructivo en el que hay niños pequeños o dependencia económica o en los que hay un embrollo tan permanente e intrincado que una ruptura podría causar graves problemas en las vidas de todas las personas implicadas.
El segundo nivel son las Creencias que usted mantiene sobre las relaciones en general, sobre sus relaciones concretas problemáticas y sobre usted mismo. En parte, estas Creencias consisten en opiniones populares y comportamientos aprendidos como: «El amor lo conquista todo», «El amor es para siempre», «El matrimonio es un sacramento y es inquebrantable», «Lo más importante es la seguridad», «Vale más malo conocido que bueno por conocer», «Acabar una relación es un error», «Estar solo es humillante», «Nunca debes herir o decepcionar a nadie», «No ser una pareja es como ser sólo media tijera», etc. Y, después, están las Creencias sobre uno mismo, como: «No soy lo suficientemente atractivo», «No soy lo suficientemente inteligente», «No soy lo suficientemente interesante», «No tengo el suficiente éxito», por lo tanto, «Nadie más podría quererme, así que es mejor que me quede donde estoy». Y, además, «No soy lo suficientemente competente como para arreglármelas solo».
Finalmente, está el nivel más profundo de sentimientos y motivos que pueden bloquearle. Este nivel se origina tempranamente, a menudo se pone en funcionamiento sin que usted sea consciente de ello y puede, desde sus recesos escondidos, controlar su vida. Este nivel existe en todo el mundo en grados variables y su poder emocional puede ser mucho mayor que los niveles de Consideraciones prácticas y Creencias. El primer grado es el Hambre de cariño. Y éste es el que vamos a explorar porque El hambre de cariño es la base de la adicción hacia otra persona. Es tan potente que puede anular las Consideraciones prácticas («Esta relación es perjudicial para mi salud») y Creencias («Una persona debería abandonar una relación restrictiva y sin amor») que se oponen a ella.
Libro,Cómo romper con su adicción a una persona, HOWARD M. HALPERN
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