MEDITACIONES PARA MUJERES QUE HACEN DEMASIADO-22 de FEBRERO
SOLEDAD
Descubrirás ese lugar profundo de silencio simplemente en tu habitación, en tu jardín o incluso en tu bañera.
ELISABETH KUBLER-ROSS
¡La soledad es una bendición tan grande! Todo el mundo necesita un tiempo para estar en soledad. Con frecuencia tememos el tiempo que pasamos solas, porque no hay nadie a quien poder encontrar salvo nosotras mismas. ¡Qué reconfortante es estar con nosotras mismas! Tanto como volver a casa de una vieja amiga o de un amante después de haber viajado durante mucho tiempo por lugares extraños y desconocidos.
Nuestra soledad es uno de los pocos placeres que podemos proporcionarnos. Depende de nosotras el que nos revitalicemos en el tiempo que pasamos con nosotras mismas. Tenemos el derecho y el poder de hacerlo.
Si no tenemos respeto hacia nuestra necesidad de soledad, nuestros hijos nunca aprenderán que merecen tener tiempo para estar solos.
Me permito recordarme a mí misma que no hay nada más tranquilizador que el sonido del agua que corre, aunque sólo sea en mi bañera.
(Anne Wilson Schaef de su Libro Meditaciones para mujeres que hacen demasiado).
Comentarios
Publicar un comentario